El irrigador es muy útil para reducir el sangrado de encías, ya que el chorro penetra en las bolsas periodontales y eliminan cualquier resto de suciedad.
¿Por qué me sangran las encías?
La principal causa del sangrado de encías es la acumulación de placa bacteriana en la línea de la encía.
Si no es retirada a tiempo, se forma una placa dura que acumula las bacterias, protegiéndolas de cualquier producto de higiene dental, llevando a una enfermedad conocida como gingivitis o encías inflamadas.
De no retirarse, se irá endureciendo hasta convertirse en sarro, lo que aumentará el sangrado, y la enfermedad pasará a ser periodontitis, con la que podría perder la pieza dental.
El sangrando también puede producirse por un trastorno hemorrágico o cambios hormonales durante el embarazo. Otra causa es el mal uso del hilo dental o cepillarse los dientes con mucha fuerza (o que las cerdas sean demasiado duras). Si lleva prótesis, u otro aparato dental, y está mal ajustado, también puede provocar sangrado de encías.
¿Cómo puedes usar el irrigador dental para reducir el sangrado de encías?
El chorro del irrigador no solo es más efectivo para eliminar la placa bacteriana que un cepillo de dientes, también sirve para reducir, y en algunos casos eliminar, el sangrado de encías, ya que penetra dentro de la encía, eliminando las bacterias y los restos de alimentos en su interior.
Para usarlo correctamente, sigue estos pasos:
- Primero cepilla tus dientes utilizando un cepillo de dientes de cerdas suaves.
- Rellena el depósito con agua tibia (si tienes mucha sensibilidad dental usa agua caliente).
- Selecciona el nivel más bajo de presión o, en su caso, el modo SOFT del irrigador.
- Introduce la boquilla a usar en el mango del irrigador.
- Ubica la boquilla en el interior de tu boca.
- Activa el chorro, dirigiéndolo hacia la línea de la encía sobre los dientes.
- Durante 2 segundos aproximadamente, limpia cada diente, aumentando ligeramente la potencia del chorro hasta el nivel normal o el nivel 3-4 como mucho.
- Enjuaga tu boca con un enjuague que no contenga alcohol, para eliminar las bacterias. Recuerda no beber ni comer nada los próximos 30 minutos.
Para mejorar el efecto aconsejamos añadir un poco de enjuague bucal al agua. Si por ejemplo el depósito es de 600 ml, agrega 25 ml de enjuague. Si es portátil, bastará con unos 10-15 ml. Eso sí, no olvides limpiar bien el depósito tras usarlo, para eliminar cualquier resto.
¿Por qué me sangran las encías cuando uso el irrigador?
Si al usar el irrigador dental se produce sangrado de encías, posiblemente se debe a que se está aplicando demasiada presión o un ángulo incorrecto del chorro de agua. En estos casos el chorro puede irritar las encías, causando sangrado. Para evitarlo, es esencial usar el irrigador a 90 grados respecto a las encías, empezar con baja presión e ir aumentando gradualmente, y mover la punta suavemente a lo largo de la línea de las encías.
Otra razón posible es que sufras gingivitis o periodontitis, que hacen que las encías sean más propensas a sangrar. Si el sangrado es constante, es recomendable consultar a un profesional dental para descartar estas enfermedades.
Consejos para reducir el sangrado de encías
Además del uso del irrigador, aconsejamos establecer una serie de pautas en tu rutina de higiene diaria para así lograr reducir el sangrado de tus encías.
Lo primero de todo es empezar a utilizar un cepillo de cerdas suaves, al menos dos veces al día. Lo ideal es hacerlo tras las comidas. También puedes usar un hilo dental, para eliminar los restos atrapados entre los dientes. Aunque si estás usando el irrigador, puedes prescindir de este utensilio.
Es importante dejar de fumar, puesto que el tabaco agrava el sangrado de encías. Por si fuera poco, puede ocultar las causas que producen el sangrado. Para controlar la frecuencia del sangrado, puede utilizar una gasa humedecida en agua fría, aplicando un poco de presión para comprobar la gravedad del sangrado.
En el caso de que el sangrado se produzca por falta de vitamina K, hay que introducir en la dieta verduras de hojas verdes como la col, las espinacas o el brócoli. También carnes y pescados, así como frutas.
Acude a tu dentista para una revisión
Si el sangrado es prolongado y no desaparece tras llevar unos días utilizando el irrigador, acude rápidamente a la consulta de tu dentista para que detecte la causa del problema.
No esperes a que se forme una capa de sarro, o el daño puede acabar siendo irreversible y perderías la pieza dental. Si llevas aparato, pide cita para que lo ajusten.
Lo más importante es preguntar que tipo de enjuague puedes usar; Si de agua oxigenada o salada. No lo compres hasta que te lo haya recomendado un especialista.
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