Cepillarnos los dientes es un proceso que hacemos casi automáticamente tras cada comida y, con este, otro que realizamos de forma inconsciente: Enjuagarse para echar toda la pasta que se nos queda en la boca.
¿Estás haciendo bien al enjuagarte con agua tras cada cepillado? Una pregunta que se hacen muchas personas, y la respuesta seguro que te sorprenderá.
Tras lavarse los dientes, ¿hay que enjuagarse la boca?
De pequeños nos acostumbraron a que hay que enjuagarse después de lavarse los dientes. Un proceso por el que pensamos que, de ese modo, la boca estará más limpia.
Pero, ¿sabes cuál es la respuesta correcta a esta cuestión? No, no hay que enjuagarse la boca tras el cepillado. Los dentífricos, o pastas de dientes, contienen dos tipos de componentes: Unos que pueden ser muy nocivos si se abusa de ellos y otros que son muy útiles, siempre y cuando se les permita actuar.
Uno de estos componentes beneficiosos para la boca es el flúor, que ayuda a que el esmalte de los dientes se fortalezca, protegiendo los dientes de las bacterias responsables de las caries. Si nada más lavarnos la boca con la pasta, enjuagamos la boca con agua, retiramos el flúor que nos hemos aplicado.
Cuesta creerlo, ¿verdad? Pues así lo demostró este estudio de The American Academy of Pediatric Dentistry: Tras tres semanas de investigación con 14 sujetos, observaron cantidades significativamente mayores de deposición de fluoruro en el esmalte desmineralizado cuando a los pacientes no se les permitía enjuagarse, comer o beber durante 30 minutos tras el tratamiento con fluoruro.
También se observó un aumento de la dureza de las lesiones, indicativo de remineralización, con ambos procedimientos de aplicación de fluoruro. Por lo tanto, la recomendación de no permitir a los pacientes enjuagarse, comer o beber inmediatamente después de tratamientos tópicos de fluoruro profesionalmente aplicados debe continuar para maximizar su eficacia.
Los beneficios de no enjuagar la boca tras cepillarse los dientes
Los dientes se recubren de una fina capa denominada placa bacteriana, que si no se retira adecuadamente, podría convertirse en una capa de sarro y conllevar enfermedades con la periodontitis o gingivitis.
Esta aumenta con el consumo de los alimentos, motivo por lo que se recomienda el cepillado y limpieza de la boca tras cada comida. Uno de los agentes que ayudan a acabar con esta, y reducir sus efectos nocivos para nuestra boca, es el flúor que contienen las pastas de dientes. De hecho, habrás visto que muchas ofrecen “acción antiplaca” o “antibacteriana”.
Tras usar la pasta dental, en nuestros dientes se crea una capa dentífrica que permite que actúe el flúor sobre las bacterias que dañan el esmalte, eliminándolas poco a poco. Pero para ello debe estar en contacto con el diente por un periodo prolongado de tiempo, empezando a actuar a partir de los dos minutos.
¿Qué pasa cuando usas agua o enjuague bucal para limpiar tu boca y escupir? Estás desechando una capa protectora que te asegura unas horas extra de protección contra las bacterias.
Si no puedo enjuagarme al cepillarme los dientes, ¿cómo debo hacerlo?
No hay de que preocuparse, puedes seguir cepillándote los dientes como lo hacías hasta ahora, pero con un ligero cambio en los pasos a seguir:
- Enjuaga la boca antes de cepillarte los dientes, para eliminar los restos de comida más grandes o sueltos.
- Pon poca pasta en el cepillo.
- Cepíllate los dientes como lo has hecho siempre, por 2-3 minutos como mucho.
- Escupe el exceso de pasta.
- No te enjuagues, solo usa un poco de agua para remojarse los labios y eliminar los restos de pasta.
Aparte, te aconsejamos seguir estos tips:
- Usa pasta que no haga mucha espuma, para no sentir la necesidad de enjuagarte para escupir los restos.
- Tras el cepillado espérate varios minutos antes de beber agua.
- Tras la comida, espera unos 20 minutos antes de cepillarte. ¿La razón? Al terminar de comer, la placa bacteriana se encuentra en su punto más alto de acidez, y cuesta más de retirar. Hay que esperar un poco para hacerlo de forma efectiva.
- Si vas a usar enjuagues bucales, hazlo a lo largo del día, dejando un espacio de tiempo después del cepillado.
Acude a una revisión al menos una vez al año
Aunque llevemos una higiene bucal impecable, nunca hay que descuidar la visita al dentista.
Al menos una vez al año es bueno hacerse una revisión, para comprobar cuál es el estado de nuestra boca y detectar caries o posibles afecciones. Si son detectadas a tiempo, se podrá reparar el daño, evitando problemas más graves en el futuro.
En cuánto a una limpieza, sino estás usando irrigador dental, al menos deberías hacerte una al año, para retirar la placa o el sarro que esté adherido a los dientes.
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